miércoles, 10 de febrero de 2010


Todavía no lo entiendes.
No, todavía no.
Te refieres a lo del pelo.
Sí, lo del pelo.
Me gusta tener el pelo largo porque cuando hace viento y miro a algún lugar mi pelo se mueve delante de mis ojos, entra en esa imagen y me recuerda que todavía estoy dentro.
Que aún vives aquí.
Que aún vivo aquí.

.
.
.
.
.
.

.
.
.
.
.

..








(Tierra, territorio, casi. 2005)

Cuatro millones de personas en Madrid
y tú yo,
solos,
tristes en tu habitación.
Si es algo tan trágico
o es algo tan mágico
qué
qué sé yo
si nunca he recordado
nada de lo que ha pasado
desde el
dia aquel
que padre me llevó al billar
que tú me invitaste a cenar
que el viento me enseñó a bailar.

(Canción, fragmento)